Tú, que pierdes el control hablando en alta voz, hieres mi corazón. Yo, tratando de
escuchar no me puedo explicar qué extraña sensación. Tú no me quieres entender y
me mandas a callar diciéndome "No me debo sorprender porque así es la realidad de
nuestro amor". Y yo no tengo armas para enfrentarte, pongo mis manos al aire, sólo
me importa amarte en cuerpo y alma como era ayer. Tú, que perdiste el control, te
dejaste llevar por la inseguridad, yo que te he visto crecer me puedo imaginar que
todo cambiará. Hoy aunque todo siga igual y me mandes a callar diciéndome que
tienes que dominar o será el final. Y yo no puedo así.-
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